CORONA DESAPARECIDA DE NTRA. SEÑORA DE LOS DOLORES
Suntuosa y destacada, en perfecta comunión con la imagen a la que servía de tocado, la antigua corona de la Virgen de los Dolores es una de las piezas de aquel rico patrimonio que perdimos, ya para siempre en 1936; compañera de viaje, en el triste vagón de las llamas, de la magnífica imagen Dolorosa que acompañó al Nazareno.
Corona imperial de inspirado barroquismo protagoniza, sobre aro liso moldurado, por voluminosa canastilla cerrada por ocho imperiales y amplia ráfaga rematada por doce pequeñas estrellas de ocho puntas (lisas, biseladas y sin engastes) y cruz latina de remates flordelisados sustentada por la grácil figura de un ángel tenue.
Deslumbraba, sobremanera, por su exquisita decoración y el especial movimiento, alabeado, que lucía el contorno inferior de su ráfaga. Decoración entre la que despuntaban el airoso espejo circundado por listel perlado en el frontal de la canastilla, las sinuosas ces que dominaban el cuerpo de la ráfaga, las rocallas, ces, losanges y margaritas situadas en imperiales y canasto, el voluminoso cuerpo de nubes –verdadero rompimiento de gloria- que basamentaba la cruz, y las pequeñas flores, de gran naturalismo, que salpicaban la composición.
Perfecto colofón a una imagen verdaderamente especial y rica que, además de las características ya expresadas, llamaba la atención por la finura y delicadeza de su repujado y un notorio relieve.
(Información extraída íntegramente de la Revista "Mayordomo" de la Cuaresma 2007)