Llantos en la prematura recogida de Padre Jesús…….

Publicado en Ronda Semanal 2002.

El barrio nazareno de Padre Jesús era un hervidero. Miles de personas se congregaron para no faltar a la cita del Jueves Santo y ver salir, majestuoso por las calles de la Ciudad Soñada a Señor de Ronda. El que a su paso va contagiando emociones y derramando su gracia. Detrás de Él, su Madre Dolorosa, irradiando con su luz de hermosura, al pueblo que la adora.

En la calle Real, un nudo en la garganta de los presentes cuando, dado el mal tiempo se preveía que este año Padre Jesús y la Virgen de los Dolores no saldrían a las calles e Ronda. De la desazón, en segundos se pasó a la euforia, y una explosión de alegría estalló en el pueblo rondeño, cuando el capataz de Padre Jesús, Juan Luís Osuna gritaba a sus costaleros: “Ese es vuestro día, que Padre Jesús bendiga a Ronda. ¡A ésta es!. La primera “levantá” y cuando el paso asomó a la calle e inició la bajada de la rampa, los corazones que habían estado “encogíos”, desparramaron todos sus sentimientos y una explosión de aplausos llenó el barrio nazareno. Igual sucedió cuando salió la Virgen de los Dolores.

Luego, a la altura del Templete de la Virgen de los Dolores, la procesión regresó a su templo, y la multitud de rondeños, que los acompañó, los recibió como si de héroes se trataran. Eso sí, con lágrimas en los ojos por no haber completado su recorrido. El poco tiempo que estuvieron en la calle, fue suficiente, contagiaron emociones y se acrecentó una fe profunda.