DON JOSÉ MARÍA PALMERO PÉREZ
Es noche de Jueves Santo
y Ronda ansiosa lo espera
a Nuestro Padre Jesús Nazareno
al que es el Señor de Ronda
al de la túnica morada.
Viéndote en Tu paso Señor
sobre un monte de claveles como el
fuego
desgarrado de dolor llevas el alma
y a pesar del sufrimiento Nazareno
serenidad refleja Tu mirada.
Los ocho caños quedaron en silencio
ante el dolor Señor que desprendías
y esa agua que salía de la fuente
transparente, se volvió oscura y fría.
Subiendo Señor Santa Cecilia
las estrellas de pena te lloraban
viendo en Tu cara el tormento
cargado y con paso lento
con esa Cruz tan pesada.
Ya no podías con esa Cruz
ya las fuerzas te faltaban
era imposible seguir con ese enorme peso
pero seguías caminando
y Tu silencio impresionaba.
Yo se que vas muy cansado
por el peso del madero
pero aún te sobran fuerzas
para mirar a Tu pueblo.
Párate Señor, párate aquí en Tu barrio
que es la antesala del cielo.
Que no son las tres viviendas
como nos dijo un pregonero.
La expectación se vuelve locura
cuando por el dintel de la puerta aparece
el hermoso paso de palio con la Bendita
Imagen de Nuestra Señora de los
Dolores.
Vivas, aplausos, lágrimas y rezos
a la Señora se entremezclan con el aroma
del incienso, la cera y las flores.
Dios te salva María
Dios te salve Dolorosa
bajo palio de varas plateadas
Tú caminas majestuosa.
A su lado San Juan intenta consolarla
pero no es posible el consuelo
al ver a su amado Hijo
el sufrimiento que lleva
por el peso del madero.
Mirando al cielo vas
Señora de los Dolores
hacia arriba diriges Tu mirada
deseando encontrar ese pueblo
que te alivie ese dolor
que te está rompiendo el alma.
Si tu cara en el dolor
está de hermosura inmersa
si a pesar del sufrimiento
eres graciosa y primavera.
Como serías Señora
mi Virgen de los Dolores
si esa pena no tuvieras.
Y la Virgen se sonríe
que ya su pueblo le espera,
para decirle piropos
a su carita morena
y cantarle mil saetas
porque así también se reza.
Si algún día te miré.
Y de pronto un hombre, el cirineo
que te ayudó con Tu cruz pesada
Tú lo miraste Nazareno
y tus ojos se clavaron en su alma.
Cirineo quiero ser yo
de tu Cruz y sufrimiento
Cirineo quiero ser yo
y que me mires un momento
pues una mirada tuya Señor
para sería el cielo.
Los últimos pasos ya
los últimos Nazarenos
para llegar al calvario
donde la muerte es un hecho.
Con esa pesada Cruz
vas cansado pero sereno
y a pesar de tu dolor
quieres bendecir a tu Pueblo.
¿Cómo es Señor que perdonas?
¿Tanto odio y tanto miedo?
¿Cómo puedes bendecir
a los que daño te hicieron?
¿Cómo tu dulzura asoma
entre tanto sufrimiento?
¿Cómo puedes?, dime, habla Señor
¿Por qué yo ya no te entiendo?
Y no supe ver Tu amargura
si algún día puede hablarte
y en vez de rezar, callé
si me llamabas mil veces
y nunca te contesté
si me pedías ayuda
y siempre te la negué.
No pases de mí esta noche
no me dejes Madre, perdóname
que Tu Hijo carga la cruz
y yo quiero cargarla por Él.
Dios te salve María
de los Dolores envuelta en primavera
Vámonos con Ella Antonio
vámonos con la Señora
que su pueblo de Ronda la espera.